28/1/14

Cielo sin tiempo de noche

La última letra del libro me deja un sabor amargo, las imágenes que de sus páginas brotan, las mismas que mi sombra emana, no llenan este pecho ahora vacío, marcado, herido, frío, pero vacío. La pasta es suave, supongo es de un color claro, blanco, color hueso, espero. No comienzo a cerrarlo. No comienzo a extrañarlo. Las sábanas ya frías, me esperan. La lámpara no deja de sonar, el foco no tarda en apagarse. La ventana permanece cerrada, la cortina también, esta noche no habrá noche, esta noche no habrá. Mañana no existe, mañana no existes. Mañana te fuiste.