Un esnob de sueños ajenos,
un ser con anhelos perplejos,
eres sólo eso, queriendo ser
aquello que todos quisieran tener.
Alardeando del saber, sin siquiera,
haber tenido y perder.
Compañía fugaz, de corto tiempo tu presencia,
impregnando toda cama con aquella esencia.
Mirada fuerte, ojos entreabiertos,
simulando espejos cubiertos
con la sábana de una concordia
difícil de asimilar, de comparar. Confrontar
aquella mirada perdida, llena de llantos frustrados,
empañada por tantos casos
que comenzaban a atar cabos.
Pero no faltaba su sarcástica sonrisa,
capaz de hundir el barco que arribó con aquella brisa.
Aquella pequeña niña de las tardes sabatinas,
la dulce criatura dueña del juicio ingrávido
de un joven con el sueño más quimérico;
la pequeña niña que retozó con la vida de aquel joven
miles de historias que en cada ocasión no dudó en contar. ¿Oyen?
La miseria de sus historias resuena en cada puerta,
su mirada atrapada en cada espejo, cubierto,
sus tristes caricias, ahora presas entre las sábanas,
ni recordar sus palabras falsas, ahora, ahogadas en el último sorbo de té,
su aroma, ahora con la brisa se ha esfumado;
exento me encuentro, atrapado desaparezco.
26/10/11
9/10/11
6/10/11
A ti...
A un pasado difuso, a un pasado algo distante, a un pasado inconcluso...
De vez en cuando me pongo a pensar en ti, no es raro, al ver a alguien sonreír, al ver un lindo atardecer y las cortinas mecer por el leve viento que se logra adentrar por la ventana entreabierta en las noches largas desde tu ausencia. No me logro cuestionar, por qué todo tuvo que ser así; qué sería de mí, si tan sólo estuvieras más cerca de aquí... Es imposible no reír, si de la gran historia que fuimos parte no logro surgir. Sería mentir, si dijera que tus labios no logró sentir, cada vez que cierro los ojos al dormir. Para qué fingir, si en verdad eres parte de mí...
Extraño esas lindas y tiernas manos que solían pasear por este caótico cabello, aquella mirada tan profunda y tan sincera, esa voz tan segura pero inigualablemente dulce... aquel delgado y fino cuello, extraño la luna ver caer sobre ti, aquel momento de tensión junto a ti, extraño que fuera el fin...
Deseo verte, ansío escucharte, anhelo conocerte de nuevo...
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