Resulta extraño, inmesurable, leer estas barbaridades y observarte. Cambias de página, te inmutas y prevaleces. Seguir leyendo y comprendiendo. Analizando y de vez en cuando imaginando: "Revolución en tiempos postmodernos". Escuchando hablar, mejor dicho quejar, es lo único que hacemos. Un horizonte caótico, lleno de desvarianzas, de pesadumbre y conformismo, indiferencia es lo que respiro. Te miro, pasmado quedo mientras el vapor huye de mi taza. El también quiere estar contigo. Al pasar las páginas encuentro lo mismo, un abismo. Me envuelvo entre mi risa; irónica resulta ser la vida. La mía. Aún conservo aquella mirada que me entregaste, aún consigo, continúo esperándola. Como esperando el tren o la luna, tal vez. Ambiguo resulta el libro, y el café amedrenta el frío, es por ello que continúo vivo. Si no fuera porque existo, mi vida no tendría sentido. Es cierto, un delirio: fugaz; miles de almas: un solo camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario