6/3/11
De verdad
"Verdad" por tantos buscada, por tantos deseada,
¿qué tan bien nos hace tenerla?
añoramos con saberla, si pudiéramos beberla
embriagados acabaríamos antes de obtenerla.
En realidad vale la pena saberla...
¿vale la pena dedicarle la vida a ésta?
La presencia en este mundo es tan corta,
tan efímera y breve, que en un respiro ésta desaparece...
Un parpadeo basta para notar que no somos nada,
que nuestros actos son sólo eso, y nada más,
nuestra presencia consta de un número definido de momentos,
que a la vez se unen con los de otros y escriben una historia.
La verdad radica en los labios que la mencionan,
los oídos que la escuchan,
los ojos que la observan y la mano que la otorga.
Nuestra verdad es tan subjetiva, tan vaga y confusa,
que la realidad podemos confundirla con ésta,
y así llorar, sin saber la verdadera razón de nuestro llanto.
Nuestra realidad cambia a cada momento, a cada suspiro,
desear que el mundo sea estático, sin cambios, sin giros,
no es algo nuevo. Sin embargo, continúa siendo un enigma,
un dilema que logra volver locos a los hombres, a la naturaleza misma.
Conocer para dejar de ignorar, dijo alguien muy segura de su realidad,
No conocer hasta vivir, dijo alguien un tanto incrédulo,
ahora dice el poeta, dejar de ignorar para comenzar a vivir.
Suena un tanto difícil, sin embargo, la verdad es un don maravilloso,
pocas criaturas conocen de su existencia, pocas son como
el hombre que desde el inicio ha creado su propio elemento,
un elemento que complementa nuestra realidad, nuestra verdad...
Es nuestra fe, nuestra esperanza, aquella que forja nuestra fortaleza,
nuestra seguridad de trascender y emerger de nuestra naturaleza,
buscar nuestra propia perfección de la que una vez fuimos despojados,
aquella que nadie conoce, la que nadie aspira, la que nadie desea.
Sonreír... una escapatoria del tortuoso camino
que hemos de seguir como humanidad,
el triste camino que hemos erigido con mentiras,
desalientos y engaños hacia nuestros mezquinos amigos.
Una lágrima se ha de asomar, para notar que el mundo es así,
bastan pocas palabras para que el cielo llore y derrame sus lágrimas sobre mí.
Una plegaria es vana, inútil, para nuestra situación ahora vivida,
basta con alzar la cara y analizar... poco hemos de caminar
si el destino que buscamos estamos a punto de pisar.
Tú, una mente joven que engalana el mundo con pureza,
acosando la verdad, difiriendo de las grandes masas,
eres tan especial, no sólo para el presente que escucha,
y para aquel poeta desesperado que se expresa...
eres especial por el simple hecho de existir y poder sonreír,
aún en el momento que la gente ha de sufrir.
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