Increíble que su rostro siga latente en mi mente,
aunque es de esperarse después de haber soñado clemente
con la aparición de aquel hermoso ente
sonriente, paciente, realmente elocuente.
Conmovedores momentos, irreales,
pero al final algo ciertos; suficientes para dotar
mi alma de felicidad, o por lo menos para tranquilizar
aquello que suele brotar
al momento en que mi mente empieza a volar,
dejando atrás todo rasgo de cordura y elocuencia,
toda llama de deseo y ansia,
cada minúsculo grano de congruencia,
y la mísera gota de certidumbre.
Aún no logra comprender, es hermosa;
el maquillaje sobra, su ropa, su cabello, no importan.
Para qué molestarse en arreglarse. Si la pudiera ver comprenderían.
Saben, me gustaría hablarle. Aunque verla unos cuantos segundos bastaría.
Probablemente el tiempo vaya demasiado lento,
o es que voy demasiado rápido.
Me gustaría saberlo, no puedo,
ansío con leer su mente,
que lea la mía, sería tan fácil.
Si supiera todo lo que pienso,
todo lo que siento;
creo que se decepcionaría,
todo es tan complicado.
El tiempo va demasiado lento.
Me gustaría no mencionar palabra alguna,
que me entendiera con sólo una mirada,
que leyera mis labios al cerrarlos,
que nos miráramos... sólo eso.
"Sin palabras."
Las palabras todo lo complican son difíciles de interpretar,
difíciles de expresar, y aún más de asimilar.
Con los ojos todo es más sencillo, más práctico, todo es más puro.
Una simple mirada y el mundo se derrumbaría,
una simple mirada y a tus pies cualquiera estaría.
Me gustaría que por lo menos una vez esa mirada
de la que tanto hablo se posara sobre mis infaustos ojos,
no sólo en afán de saludo o despedida,
que en verdad se enfrentaran ambas miradas y así,
saber de qué tanto me aflijo.
De qué tanto huyo y de cuánto me he perdido,
qué tanto he soñado y qué tanto he vivido,
una simple mirada es lo que te pido,
o por lo menos un simple despido.
"Faltan las palabras, pero sobran las miradas."
Cómo podría explicarte algo que hasta ahora no logro comprender,
algo que parece ajeno a mi mente,
aquello que no se logra explicar con la razón, eso que tiene que suceder
para después lograr enmudecer,
por lo que muchos luchan íntegramente, entregando su ser
al ideal que lograron converger;
uniendo partes de sí: sueños, recuerdos, consejos y hasta visiones de un lindo atardecer;
es lo que he querido aprender.
Definitivamente una eterna inspiración es lo que ella logra ser,
una musa en su totalidad es la dama que en un gélido amanecer
se le vio llegar acompañada por los leves rayos de un sol acabado de nacer.
Fiel a ella el mundo debe ser, el lucero en la noche más oscura,
la linterna más brillante en la eterna bruma, la flor más hermosa.
"Sólo ella."
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